
Es increíble el hecho de que 516 años después del descubrimiento todavía en nuestro país estemos actuando cual si fuéramos indios, cambiando oro por espejitos o lo que llamamos el complejo de Guacanagarix.
Hoy en dia cientos de inversionistas extranjeros deciden invertir en nuestro país, creando compañias las cuales reciben prioridades y beneficios increíbles, cosa que no sucede cuando es un inversionista local quien quiere hacerlo, todo lo contrario, reciben todo tipos de impedimentos para que no logren hacer realidad su proyecto, pero estas compañías extranjeras infligen leyes, violan derechos de los ciudadanos y nos ofrecen servicios que no cumplen, y nuestras autoridades, no solo estas, si no todas las que han pasado por nuestro país, siguen con el mismo complejo de Guacanagarix.
Entiendo que para la economía Dominicana es muy bueno la inversión extranjera y que en cierta manera debemos facilitar un poco el que estas personas vengan a nuestro país, pero no creo que debemos por esto descuidar nuestro inversionistas locales, ni permitirles el que hagan lo que quieran en nuestro pedazo de isla.
El Problema es que este complejo no es solo se relaciona con las inversiones extranjera si no también en los profesionales, nuestros profesionales son excelentes, pero si llega cualquiera que haya hecho su profesión o un misero curso en algún país extranjero, los empleadores les dan preferencia por encima de nuestros profesionales locales, importándole poco si estamos mejor preparados y mas capacitados, solo por el hecho de que su titulo es de fuera.
Pasa igual con cualquier ciudadano de otro país que decida residir aquí, lo tratamos como si fuera Colon en su primer viaje, con esto no quiero decir que debemos cambiar nuestra acostumbrada y reconocida hospitalidad, lo que quiero es que dejemos de estar de pendejos, permitiendo que todo el que llegue a nuestro país haga lo que quiera, que seamos un cueva para que se escondan delincuentes internacionales, la mayoría buscados por la INTERPOL, que permitamos asilo político a dictadores, a políticos corruptos de otros países, por que con los nuestros creo tenemos suficiente.
Ojala algún día reconozcamos primero nuestros valores tanto económicos, como humanos y nos dejemos de estar adulando a todo el que es extranjero, para que de esta manera eliminemos de nuestro día a día este complejo de Guacanagarix.